Su nacimiento ocurrió al contrario al de los principales barrios gays del mundo. El desarrollo de sus leyes y relaciones con la población también escapan a lo acostumbrado. Convertida en ruta obligatoria de homosexuales de todos los continentes, la Esquerra del Eixample, apodada como Gayxample, incrementa así la fama que lleva Barcelona como la ciudad de la fiesta y la libertad.
En barrios pobres y más baratos de los grandes centros urbanos. Fueron en zonas así que empezaron las historias de los grandes cantones gays como el Soho en Londres, el Distrito Rojo en Ámsterdam, y Chueca en Madrid. Más tarde y también a causa de tales transformaciones estos barrios se convertirían en el corazón de la vida moderna y de la moda, y logrando que los responsables de estos cambios se muden de allí por su revalorización económica.
En la capital catalana las cosas caminaron de otra forma. Con la caída de la muralla que delimitaba la Ciudad Vieja, el plan del ingeniero Idelfons Cerdá fue puesto en práctica y así nació el barrio del Eixample. Ya con un alma modernista y céntrico por su localización, la zona terminó por dividirse de una manera natural, ubicando los comercios en la Derecha, donde también se encuentra La Sagrada Familia; y la parte burguesa a la Izquierda, zona que luego sería apropiada por locales de diversión y casas de moda. Y también por la comunidad gay.
Uno de los puntos claves para la gran masa de visitantes homosexuales a Barcelona está hecho también por el hecho de que España es uno de los cinco países donde es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, como ocurre en Bélgica, Sudáfrica, los Países Bajos, Canadá y el estado norteamericano de Massachusetts. Esto genera la sensación de mayor aceptación por parte de la población, lo que ni siempre suele pasar en realidad.
¨Una cosa son las leyes, otra cosa es la aceptación de las personas. Aquí tenemos la primera, pero eso no implica necesariamente en tener la segunda. En otros países esto pasa al revés: primero llegan a un acuerdo con la población, después se hacen las leyes. En España creo que la cosa caminó de una forma diferente. Muchos de los turistas gays que vienen al país creen en una relación mucho más abierta con los que viven aquí a causa de la libertad de nuestras leyes¨, cuenta David Bigora, editor y periodista de medios impresos sobre el turismo y el mundo gay.
Los números de turistas homosexuales en Barcelona aún no son oficiales. ¨Podemos verlos y saber que por el verano están en más cantidad. En el Axel Hotel por ejemplo tenemos un número aproximado de 85 a 90 por ciento de homosexuales alojados. Pero son apenas estimaciones. Nadie pregunta al huesped si es gay o no¨, comenta Manuel Ruiz del Axel Hotel, el primer hotel gay de Barcelona.
De hecho lo que se sabe es que el mercado gay mueve millones de euros todos los años. El turismo heterosexual está formado en su gran mayoría por familias con paquetes de viaje ya cerrados y de jovenes mochileros que buscan lo más económico. Pero no es así en el caso de las parejas gays. ¨Son personas de naturaleza inquieta y energética. Van a bares, conciertos, restaurantes y discos. Apenas compran el billete y el hotel donde se quedarán y el resto lo descubren y arreglan solos en el destino. Van menos a iglesias y aprovechan más el mundo cultural y del entretenimiento¨, agrega Bigora.
Por eso también el Gayxample presenta miles de opciones interesantes para este público. La ya conocida ruta gana presencia en la calle Casanova. Ahí se puede vivir y sentir todos los olores de los siete colores del arco-iris. Con sus banderas en alto, los establecimientos abiertos casi 24 horas, donde oscilan desde las propuestas más tenues hasta las más picantes. Tiendas con prendas insólitas, librerías especializadas, peluquerías, cines, saunas para hombre y mujeres, sex shops, cafés, discos y un universo de espectáculos y restaurantes, entre ellos el conocido D-Divine. Discreto por fuera y chillón por dentro, el restaurante cuenta con un gracioso e interactivo espectáculo de Drag Queens.
¨Empecé a ser Drag desde hace 24 años. Antes me dedicaba al ballet clásico, lo que hasta hoy me encanta. Me acuerdo de mi primer espectáculo del género como transformista. Qué ilusión me hacía vivir la vida del escenario¨, cuenta Alberto Rondon, conocido por su estupenda interpretación de la personaje española Lola Flores. ¨Siempre va a existir personas de mente corta para juzgar a los gays y lesbianas. Pero, ¿sabes qué? ¡Yo paso de esta gente!¨, dice entre risas.
Albertito, como es llamado entre sus amigas, refleja la levedad tranquila de una persona aceptada por sí misma. Y es esto lo que se nota alrededor de un barrio que también se asume en su propia condición. ¨Barcelona es libre y yo también¨, completa antes de empezar más un show.
Nenhum comentário:
Postar um comentário